El pasado 9 de diciembre, a los 62 años, falleció el escritor Juan J. León, un excelente poeta granadino y un entrañable amigo con el que habíamos compartido ideas y una visión sobre la existencia. Nació en Granada en 1946, y de su obra literaria ha destacado, sobre todo, su vena satírica y humorística, aunque también cultivó una poesía seria e incluso metafísica. Además, compaginó la creación literaria con la enseñanza. Nacido en el seno de una familia de propietarios agrícolas accitanos, Juan J. León pasó su infancia entre la capital y Benalúa de Guadix, donde comenzó sus estudios. Con ocho años el futuro escritor ya ensayaba con las letras y redactaba relatos sobre su vida familiar. En Granada cursó el bachillerato en Los Escolapios y durante los años sesenta publicó algunos libros de versos, aunque no sería hasta 1974 cuando publicara su primer libro “de madurez”, ‘Espero la caída del pájaro más triste’, dentro de la colección Zumaya, que él mismo había creado. En 1978, cuando se licenció en Filología Románica por la Universidad de Granada.
– Espero la caída del pájaro más triste. Con ilustraciones de José Aguilera.Universidad de Granada. Coleción Zumaya de Poesía. Granada. 1.974 – Estos tiempos son largos paréntesis de goma. Con portada de José Aguilera. Publicaciones de la Librería Anticuaria El Guadalhorce. Málaga. 1.978 y 1.985 – Conciencia puesta en pie. Con portada del propio autor. Publicaciones de la Librería Anticuaria El Guadalhorce. Málaga. 1.986. – Canción debida. Carpeta con 4 poemas y serigrafías de José Aguilera. Galería de Arte Laguada. Granada. 1.988. – Del corazón y la experiencia. Ediciones A. Ubago, S. L. Colección Ánade de Poesía. Granada. 1.988. – Expresión poética y expresión popular. Ediciones A. Ubago, S. L. Colección Interdisciplinar. Granada. 1.989. – Poemas satíricos (1973-1993). Ediciones A. Ubago, S. L. Colección Campo de Plata. Granada. 1.995. – Égloga del invierno en Tiena, en «Églogas de Tiena», de Fernando de Villena, José Lupiáñez, Enrique Morón y Juan J. León. Prólogo de Antonio Enrique. Ilustraciones de Antonio Moreno. Ediciones A. Ubago, S. L. Colección Ánade de Poesía. Granada. 1.996. – Literatura Universal. Port-Royal Ediciones. Granada. 1998. – Formas de expresión poética en el lenguaje popular. Port-Royal Ediciones. Granada. 2000. – Espacio entre dos fechas. Dauro, Granada, 2002. – Del corazón y la experiencia. 1989-2002. Alhulia, Granada, 2004.
POÉTICA Concibo la poesía como una forma de expresión lingüística al servicio de una ideología. Consecuentemente con este principio, mi obra poética trata principalmente de la situación vital del hombre, la preocupación histórico-social inmediata, el erotismo y, marginalmente, la sátira. A fin de cuentas, el campo conceptual de la poesía lírica está reunido en dos temas: al vida y el amor; y esta es la doble división que presentan casi todos mis libros. En el primer grupo temático se incluyen poemas existenciales y socio-políticos que expresan la inquietud o toma de conciencia de la realidad vital-personal y la histórica circundante, y, en el segundo grupo, el tema amoroso intimista o el puramente erótico. La implicación “poesía igual a lucha ideológica” queda diáfana en los poemas pertenecientes al primer grupo, pero tal vez no es tan clara en la poesía amorosa, sobre todo en la erótica, si no se entiende ésta como un intento de desprestigiar a la hipócrita moral burguesa, catando, precisamente, a aquellas relaciones entre hombre y mujer repudiadas por nuestra sociedad, de igual forma que los románticos –por ejemplo, Espronceda- hicieron en su época con temas y prototipos marginados. Así entendida mi obra, puede comprobarse cómo, desde el punto de vista del contenido, su finalidad es doble: por una parte, atacar la estructura socio-política y el estado alienante y fraudulento en que se ve inmerso el individuo en nuestro sistema social, y, por otra parte, exaltar la libertad sentimental de dicho individuo frente a los prejuicios de una moral impuesta contra natura. A su vez, la poesía satírica creo que es una forma muy eficaz de poner en la conciencia de “quien leyere” cuanto queda dicho. No obstante, mi poesía satírica, en su mayor parte, es afectiva, desarrollando temas anecdóticos y amigables sin intención destructiva; de hecho, algunos poemas satíricos están dirigidos a personas entrañables con quienes la afectividad es indudablemente un sentido recíproco, e, incluso, en ocasiones, yo mismo me reflejo en ellos. En cuanto a la forma, mi primera preocupación es la evolución; por eso, mis libros son poco extensos y claramente diferentes, aunque la trayectoria estilística sea fácil de rastrear a través de toda mi obra. Antes de agotar las posibilidades de una estructura poética, ya me siento empujado por la necesidad de cambiar. En este sentido, Canción debida, mi último libro aún en desarrollo, pretende recrear, desde una perspectiva personal, las técnicas estilísticas más características de los poetas de lengua castellana admirados por mí. Mi segunda preocupación formal es la perfección estilística. Después de unos libros de versos juveniles excluidos de este volumen por considerarlos pertenecientes a una etapa de aprendizaje marcada por influencias, ingenuidades e intuiciones, mi obra alcanzó mi sello personal, el dominio estilístico y la preponderancia del saber sobre la intuición a partir de Espero la caída del pájaro más triste, libro con el que se inicia el presente volumen.
La puesta al día de los recursos estilísticos conocidos por la preceptiva tradicional o clásica, el empleo consciente de los nuevos recursos contemporáneos, la elegancia lingüística y la musicalidad son las características técnicas que con más ahínco me esfuerzo en producir. Mi tercera preocupación formal es la concisión. Concibo el poema como una estructura lingüística en la que el mínimo de palabras debe expresar la mayor cantidad posible de ideas, sentimientos, vivencias, etc., huyendo de divagaciones y explicaciones innecesarias. En un poema no debe de faltar ni sobrar un solo fonema: todos han de tener su razón de ser, su finalidad expresiva en la composición. Poesía, pues, de concentración conceptual y escueta estructura formal, de acuerdo con los tiempos veloces que nos ha tocado vivir. En conclusión: creo que la poesía es un trabajo intelectual en el que la forma debe de estar sometida al contenido y éste al servicio de unos valores ideológicos claros. Aquí no valen las medias tintas. J.J. LEÓN (Salobreña, 28-8.88) “Noticia previa” a Del corazón y la experiencia. Poesía 1970-1988, Ediciones Ubago, Granada, 1988.
Enlaces con algunas páginas web: http://www.terra.es/personal8/gregmorales/juanleon.htm#biografía
www.ideal.es/granada/prensa/20080422/opinion/juan-leon-20080422.html